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Cibercriminales utilizan apps de citas para fraudes y engaños

La popularidad de las apps para buscar pareja hizo que los cibercriminales encuentren diferentes maneras de sacar su propio rédito a través de fraudes y engaños. ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, alerta cuáles son, cómo reconocerlos y qué se puede hacer para evitarlos.

En las estafas románticas, también reconocidas como engaños de catfishing, el ciberatacante emplea perfiles falsos para recopilar información personal de sus víctimas, ganarse su confianza y sacar algún rédito, generalmente económico.

A continuación, ESET describe los diferentes tipos de fraudes o ingeniería social para poder reconocerlos de inmediato y evitar ser víctima:

La estafa del militar: Una de las estafas más comunes involucra al ámbito militar, en el cual el estafador se vale del nombre de un soldado real o bien de la creación de un perfil falso.

La estafa del médico en Siria o Yemen: El ámbito militar en este caso también es utilizado, pero vinculado al entorno médico, ya que el estafador afirma a sus posibles víctimas que en realidad es un médico del ejército estadounidense brindado servicio en zonas de guerra como Siria o Yemen, entre otras.

La estafa del viudo y la hija enferma: Otro de los escenarios más reportados por personas engañadas es el del supuesto dueño de una galería de arte, que asegura haber quedado viudo y tener una hija (Anita), la cual está transitando un complejo problema de salud contraído en África que requiere una ayuda económica por parte de la víctima.

La estafa del enamorado inglés: Un ingeniero de Manchester, un químico de Londres o un exitoso profesional de Liverpool. Todas son las mismas caretas utilizadas por el cibercrimen para llevar adelante otro de los engaños más reportados de los últimos años. Correos electrónicos elegantes y llenos de elogios hacia la víctima, un amor que surge casi de inmediato y que promete avanzar muy rápidamente, hasta que llega la propuesta de una inversión en un negocio que teóricamente brinda ganancias sustanciales, que después requiere de dinero para trámites de la Aduana y otras documentaciones.

La estafa de las criptomonedas: El boom de las criptomonedas también llegó a las apps de citas, ya que los estafadores se valen de ellas para llevar a cabo sus engaños. Todo comienza con una idílica historia de amor, hasta que el cibercriminal asegura ser un inversor financiero muy destacado en el rubro de las criptomonedas e invita a su víctima en este negocio que parecería ser infalible.

La estafa de la herencia: Aquí, el estafador indica a la víctima que debe contraer matrimonio a la brevedad para acceder a una herencia que asciende a un precio exorbitante. Un supuesto problema con los impuestos de la aduana es la excusa perfecta para que el ciberatacante pida dinero a la víctima para poder hacerse del oro. Obviamente, todo es falso, menos la plata que transfirió la víctima, que nunca volverá a sus manos.

¿Qué señales deben encender las alarmas de un posible fraude?

Existen diversas maneras de identificar que lo que podría ser una futura pareja ideal, en realidad es algún ciberatacante que está intentando llevar adelante un fraude o una estafa. Entre sus modus operandi ESET destaca las siguientes acciones:

  • Pedir demasiada información personal a la potencial víctima.
  • Evitar dar datos concretos sobre su persona, o evadir las preguntas de la víctima.
  • Proponer que la conversación siga por un chat privado, por fuera de la aplicación de citas.
  • Eludir cualquier posibilidad de encontrarse personalmente con la víctima.
  • Indicar que trabaja o reside en un país distinto que el de su víctima.
  • Fomentar que la relación avance de manera acelerada y en poco tiempo, incluyendo hasta una propuesta de casamiento.
  • Tener un perfil y nombres que no se corresponden con ninguna otra red social.
  • Compartir experiencias o historias de vida complejas o trágicas que requieren una ayuda monetaria: desde pasajes, médicos, documentos de viaje y deudas de juego, entre otras.
  • Pedir dinero o solicitar la apertura de cuentas bancarias para usar.

“En caso de que la víctima se niegue a acceder a alguno de estos pedidos, el cibercriminal buscará excusas cada vez más urgentes para justificar el envío del dinero. En ciertos casos hasta podrá usar el chantaje, si es que cuenta con información sensible o contenido íntimo de la víctima, amenazando con hacer públicas fotografías y/o videos.”, comenta Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.

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