Marilyn Manson es acusado de agredir sexualmente a una niña de 16 años
Marilyn Manson habría agredido sexualmente en repetidas ocasiones a una niña de 16 años en los años 90, según una nueva demanda presentada el lunes en la Corte Suprema del condado de Nassau.
El rockero supuestamente atacó por primera vez a la niña, de nombre Jane Doe en la demanda, después de invitarla a su autobús después de un espectáculo en Dallas en septiembre de 1995 y luego amenazó con que «si le decía a alguien, él la mataría a ella y a su familia”.
La demanda alega que Manson, cuyo nombre real es Brian Warner, “en cuestión de semanas” comenzó a llamar a la niña y le pidió que le “enviara fotos sexuales explícitas de ella y sus amigos a su club de fans, Satan’s Bakesale”.
Manson, que ahora tiene 54 años, la invitó a un espectáculo en diciembre de 1995 en Nueva Orleans, donde, según la demanda, la llevó de regreso a su autobús y “nuevamente la agredió sexualmente, incluso besándola y mordiéndola en el pecho”.
En ambas ocasiones, supuestamente había otros miembros del séquito de Manson en el autobús. La víctima alega que luego se volvió adicta a las drogas y al alcohol y fue “atraída al oscuro mundo [de Manson] de drogas, alcohol, desviación sexual, acoso, abuso y agresión”.
Luego, en 1999, cuando tenía 19 años, fue invitada a una gira con Manson, donde él “continuó acosándola y agrediéndola sexualmente durante las siguientes 4 semanas”, afirma la demanda, y agrega, “[Manson] a menudo obligaba a la demandante a tener sexo con él y otros miembros de la banda o su asistente al mismo tiempo. [Manson] controlaba lo que podía hacer, quién podía tocarla y con quién quería que estuviera sexualmente, todo mientras le proporcionaba drogas”.
La demanda también nombra a los sellos discográficos de Manson, Interscope y Nothing Records, alegando que “sabían o deberían haber sabido que [Manson] tenía un historial de dar drogas a las fanáticas a las que permitía en el backstage, en el autobús y en las habitaciones del hotel, y de agredir sexualmente a menores y mujeres”.
Agrega que las discográficas sabían que el artista estaba invitando a menores a su autobús después de los espectáculos y “eran muy conscientes de [su] obsesión con la violencia sexual y la agresión sexual infantil”.
