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El día que Salma Hayek fue obligada por sus padres a casarse en una boda sorpresa: “No pude decir que no”

Para Salma Hayek, el matrimonio no fue un sueño romántico cumplido, sino una trampa cuidadosamente tendida por sus seres más cercanos. Así lo reveló la actriz mexicana en una entrevista con la revista Glamour en la que describió cómo fue llevada a casarse sin saberlo.

La ceremonia tuvo lugar en 2009, en un juzgado, y la protagonista de Frida asegura que ni siquiera estaba al tanto de que ese día se convertiría en esposa del empresario francés François-Henri Pinault, con quien ya compartía una relación y una hija. “La razón por la que fue en un juzgado es porque me arrastraron hasta allí”, dijo Hayek a Glamour. “Fue como una intervención”.

Según relató, todo fue organizado por su familia: “Mis padres, mi hermano, todos se unieron en mi contra. Tenía una fobia con el matrimonio”. A sus palabras añadió una confesión que sorprendió incluso a sus seguidores más cercanos: “Nunca creí en el matrimonio. No quería casarme con él”.

Pinault, presidente del conglomerado de lujo Kering, había intentado convencerla durante mucho tiempo. “Yo decía que sí, pero no me presentaba”, contó Hayek. “Y él no se fue cuando no me presenté. Se quedó hasta que lo logramos. Y yo estaba aterrada”.

El plan familiar funcionó. Según la actriz, no le dejaron alternativa: “No tenía opción”. Después de la boda civil, ya estaba todo preparado: su suegra había organizado un almuerzo, como si nada pudiera evitar lo inevitable.

Años después, Hayek reconoce que su perspectiva cambió con el tiempo. “Luego dije: ‘Está bien, no me siento diferente’. Y más tarde pensé: ‘Esto es un poco emocionante’. Entonces él me dijo: ‘¿Podemos tener una fiesta ahora?’”

La pareja continúa unida desde aquel día. Para Hayek, la clave de su matrimonio reside en la forma en la que ambos enfrentan los conflictos. En una entrevista de 2021 en el programa Red Table Talk, la actriz ofreció una reflexión sobre su vínculo con Pinault: “Cuando hay conflicto, toda la energía va a resolver el problema. Nunca buscamos culpables”.

Añadió que esta actitud ha sido fundamental para mantener la armonía. “Nunca nos hemos dicho cosas feas. No hay resentimiento”.

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